Pubertos
delinquen
arrojando alevosía
sobre los fulgentes cristales,
asordando los aledaños nocturnos
de la estación abusada de cristal.
Grietas y boquetes,
sellando pedrada
tras pedrada:
roca contra vidrio,
roca contra vidrio,
roca contra vidrio,
roca contra vidrio,
roca...
gratificando hormonas de maldad,
suficientes
para ahora sí
echar a correr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario